Para todos aquellos entusiastas del ciclismo que buscan algo más, para los que quieren explorar nuevas rutas y acercarse a la naturaleza, para los que prefieren perderse por pistas de grava en lugar de hacerlo por carreteras, para los ciclistas que no renuncian al máximo rendimiento y a rodar a buen ritmo durante interminables recorridos, para todos ellos, nosotros vamos más allá con Shimano GRX.

La preparación

Tras varias semanas intentando cuadrar un día en nuestras agendas, finalmente conseguimos ponernos de acuerdo para probar el Shimano GRX, el primer grupo específico para gravel del mercado. En nuestro caso, el RX810 series, tanto en versión mecánica (simple 42 con cassette 11-40), como electrónica (doble 48-31 con cassette 11-34).

Primera impresión

Decidimos acercarnos a la Sierra de la Paramera, una extensa zona montañosa situada en la provincia de Ávila, al norte de la Sierra de Gredos. Un lugar fantástico donde las altas cumbres de la montaña contrastan con los valles ondulados a menos de dos horas de Madrid.

El grupo GRX atiende a la demanda de los propios ciclistas de explorar nuevas rutas, alejadas de la carretera y con un acercamiento a la naturaleza, a las pistas de grava para recorrer kilómetros con el máximo rendimiento, diferente de la carretera.

El grupo Shimano GRX está diseñado para los ciclistas que quieren explorar nuevos lugares y acercarse a la naturaleza y prefieren las pistas de grava a las carreteras. Ciclistas que no renuncian al máximo rendimiento y a rodar a buen ritmo durante interminables recorridos. Lo primero que nos llama la atención cuando montamos en las bicicletas es la ergonomía de las manetas, el diseño específico del frente, elevado para evitar que las manos resbalen, y la textura rugosa de las gomas, que facilita el agarre.

Cabe destacar que las manetas están montadas en el manillar Discover Carbon de la gama PRO Discover, específico para bicicletas de gravel y optimizado para el GRX, que se caracteriza por su ligereza, comodidad y capacidad de absorción. En nuestro caso, una bicicleta tenía 40 cm de ancho (talla M) y 42 cm de ancho (talla L), ambas con un flare de 20° (manillar inclinado hacia fuera).

redescubriendo la aventura con shimano grx

Características sorprendentes

Teníamos previsto realizar una ruta circular de unos 70 km, con algo más de 800 metros de desnivel, partiendo del pequeño pueblo de Niharra, cruzando el río Adaja, llegando a la base del pico Zapatero, con un avituallamiento técnico en Mironcillo.

Desde aquí hasta Riofrío tuvimos un largo y rápido descenso de rocas sueltas que nos obligó a hacer un gran esfuerzo para no llevarnos ningún susto. Gracias a la tija telescópica de carbono PRO Discover con el botón integrado en el manillar de mi bicicleta (y compatible con mi Di2), pude realizar un descenso divertido y controlado.

Bueno, gracias a la tija telescópica y gracias a las manetas de freno RX810 del grupo GRX, que tiene un eje elevado 1,8 mm respecto a las manetas de carretera. Esto permite un manejo más fácil y con menos fuerza, incluso con un solo dedo, lo que proporciona seguridad y control. Incluso me atrevería a decir que estas sensaciones están más cerca del MTB que del ciclismo de carretera.

El calor nos daba un respiro y, aunque aún nos quedaban algunos kilómetros, soplaba una brisa muy agradable que no nos abandonaría hasta el final de la ruta.

redescubriendo la aventura con shimano grx

Los detalles importan

De momento, el grupo Shimano GRX 810 se comportaba perfectamente. Nos permitía cambiar con la suavidad a la que estábamos acostumbrados en la carretera, pero incorporando la tecnología Shadow+ de cambio de montaña. Esta tecnología incluye un mecanismo de bloqueo que ayuda a mejorar la retención de la cadena.

Incluso en el caso de la transmisión 2x, el diseño específico del desviador crea una línea de cadena 2,5 mm más ancha, óptima para utilizar cubiertas más anchas.

En el camino aún nos quedaba alguna "emboscada" como la subida a la cima de Cabañas (1454 m) donde hicimos el último avituallamiento, sólido y líquido. En este momento aprovechamos para sacar nuestras luces de las bolsas PRO Discover, optimizadas para la geometría de gravel de las bicicletas. Me parece especialmente cómoda la del tubo horizontal, ya que tiene el tamaño perfecto y viene bien compartimentada para guardar el teléfono, algo de dinero y la alimentación para emergencias.

Terminamos el día disfrutando del paisaje y las vistas de la Sierra de Sotalbo, pasando los últimos kilómetros entre ganado y vegetación de alta montaña.

Nuestra experiencia

Sin duda, un día inolvidable en el que pudimos probar el grupo Shimano GRX en condiciones favorables y sacarle el máximo partido.

Si tuviera que destacar algo del grupo, elegiría no sólo el diseño y la ergonomía de las manetas de freno, sino también el increíble sistema de refrigeración de los frenos con la tecnología Ice Tech de Shimano y el montaje plano más ligero con pinzas de freno diseñadas para disipar el barro.

En cuanto a los componentes PRO, me ha sorprendido muy gratamente la cinta de manillar PRO Discover, más larga de lo que estamos acostumbrados en carretera, y fabricada en silicona de 3 mm para favorecer la absorción y mejorar el confort.

Aunque la doble ofrece una relación de marchas lo suficientemente amplia como para atacar las pendientes más pronunciadas, quizás para otra ruta más exigente optaríamos por algo más conservador; 46-30 en el doble y 40 dientes con el sencillo.

Después de mucho tiempo practicando esta disciplina en pistas y senderos, incluso antes de que se llamara gravel, por fin tuvimos la oportunidad de probar productos específicos para esta disciplina. El rendimiento del Shimano GRX ha sido sensacional, robusto, suave, fiable y con todo el desarrollo tecnológico que Shimano nos ofrece en sus otros componentes de mtb y carretera.

El gravel ha llegado para quedarse, una alternativa fresca y divertida que no dejará de ganar adeptos en los próximos años.

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