Cualquier terreno, sin importar la metereología: así es el gravel. Henna Palosaari nos explica por qué el gravel no está reservado exclusivamente a las altas temperaturas y las indumentarias veraniegas, con 6 consejos para alegrar incluso la estación más oscura.
Al crecer en el norte de Finlandia, montar en bici era lo que hacíamos todos los días. Íbamos en bici al colegio, tanto si hacía 20 grados por encima o por debajo de cero. No era nada extraordinario, simplemente formaba parte de la vida en Oulu.
Admito que tardé un tiempo en aceptar la idea de practicar gravel en invierno por placer. Es decir, hasta hace dos inviernos. En los últimos 24 meses, he dado con mi fórmula personal para disfrutar del ciclismo en invierno. El año pasado, terminé mi primer viaje invernal en bicicleta. La clave para mí consistió en encontrar el equilibrio entre la sudoración y el inevitable factor del frío ajustando las capas a lo largo del camino. Puede parecer sencillo, pero no lo es en la práctica.
Antes de que empecemos a repasar mis consejos y trucos, quiero recordarte que no hace falta un equipo extravagante para prosperar en condiciones invernales, a pesar de lo que pueda parecer. Cuando éramos niños e íbamos en bici al colegio, no teníamos ni idea de que existiera la ropa de invierno para ciclistas. Llevábamos ropa de invierno normal y nos subíamos a la bici. Recuerda que no hay reglas a la hora de vestirte para tus aventuras invernales de gravel, y estos son mis seis consejos.
Consejo n.º 1: Capas
Es una lección que se aprende mejor cuando esquías: de qué manera ponerse capas como un profesional. Pero, a pesar de mi experiencia en la nieve, encontrar las capas adecuadas para el ciclismo en invierno todavía me llevó un tiempo. El problema es que la temperatura corporal puede variar mucho en los ascensos y descensos.
Cuando vas subiendo, aumenta la temperatura corporal y se suda mucho. Al bajar, es temperatura desciende, lo que significa que te enfriarás. En mis primeras salidas invernales, los descensos eran gélidos hasta el punto de provocar una incomodidad extrema. La solución que encontré fue llevar siempre una bolsa en el cuadro en la que meter algunas capas extra para los descensos. Dependiendo de la longitud del descenso, esto podría significar llevar una chaqueta o chaleco de plumas, guantes de esquí y pantalones adicionales. Llevar una capa base seca también puede merecer la pena, sobre todo si piensas parar en algún sitio.
Capas que llevo cuando monto en bicicleta: camiseta interior de lana de manga larga, capa intermedia de forro polar transpirable, chaqueta ligera, peto grueso de invierno, calcetines de lana merino, pasamontañas, guantes, cubrebotas.
Capas adicionales que llevo conmigo si sé que hay un descenso más largo: chaqueta de plumón, guantes de esquí gruesos y pantalones cortavientos.
Consejo n.º 2: Presta especial atención a los pies y las manos
Las manos y los pies son las partes del cuerpo más difíciles de mantener calientes en una salida invernal. Durante mucho tiempo pensé que unas zapatillas de verano con cubrebotas eran suficientes. Pero el invierno pasado descubrí que las zapatillas de invierno pueden marcar una gran diferencia. En lo que se refiere a las manos, lleva siempre guantes de repuesto y un par más caliente para los descensos. En lugar de invertir en guantes de ciclismo de lujo, suelo utilizar mis guantes de esquí en los descensos, que han funcionado bien. Sin embargo, ¡recuerda comprobar que puedes frenar y cambiar de marcha con guantes más gruesos!
Consejo n.º 3: Las colinas onduladas son mejores que las subidas y bajadas largas
Puedes alterar el resultado de tu experiencia invernal con una buena planificación de la ruta. Las subidas largas pueden calentarte, pero es bueno recordar que los descensos largos que las siguen parecen un trillón de veces más fríos en invierno. La opción más sensata es planificar una ruta con colinas onduladas en lugar de grandes subidas. De este modo, podrás mantener una temperatura corporal más uniforme en lugar de pasar del calor al frío. Sin embargo, si los descensos largos son inevitables, lleva capas adicionales y asegúrate de que tus pies y manos se mantienen calientes. Por último, pero no por ello menos importante, las zonas heladas en los rincones oscuros del bosque pueden ser letales. Conduce con cuidado por esos lugares que no ven mucha luz solar.
Consejo n.º 4: Barro y limpieza
Dependiendo de tu ubicación, puede nevar durante el invierno. Eso no significa que no puedas practicar ciclismo, pero presenta algunos obstáculos adicionales. La nieve, la lluvia y las escasas horas de luz de la estación invernal dejarán los caminos de grava húmedos y embarrados. Asegúrate de que tus capas exteriores sean impermeables para que el barro no te moje y te deje frío, y utiliza guardabarros para evitar que penetre el rocío del suelo. Dado que te desplazarás principalmente fuera de la carretera o por caminos poco transitados, la sal no debería ser un gran problema para la transmisión, pero ten en cuenta que las condiciones invernales son perjudiciales para las bicicletas, especialmente para la cadena, que, si no se cuida, afectará al resto de los componentes. Así que limpia bien tu bici después de salir a rodar.
Consejo n.º 5: Estate siempre preparado
Recomiendo llevar al menos un chaleco extra y guantes o manoplas gruesos. Si tienes que hacer un alto en el camino para arreglar un pinchazo, por ejemplo, puedes resfriarte en un santiamén, así que es mejor estar preparado. También son necesarias capas adicionales y una camiseta interior seca cuando hagas descansos, planificados o no.
Consejo n.º 6: Empieza con salidas cortas
Las condiciones exteriores siempre parecen peores desde el calor de tu salón. Empieza con salidas cortas para probar tus capas y cómo te sientan. Si abandonas pronto porque tienes frío, añade más capas e inténtalo de nuevo al día siguiente. Llena un bidón con té caliente, y recuerda que una vez encuentres las capas que te mantengan caliente y seco, podrás disfrutar del ciclismo invernal como es debido.
En Finlandia tenemos un dicho que dice que no existe el mal tiempo, sino la mala ropa, así que sal, diviértete y no olvides cuidar de tu bici.