A sus 30 años, la ciclista del Shimano Gravel Alliance Saoirse Pottie ha "encontrado a su gente". La cofundadora de Bikepacking Buds, con sede en el Reino Unido, comparte su historia sobre cómo el poder de la comunidad puede cambiar tu vida.

Pensé que me había enamorado del gravel porque me abrió los ojos a lugares que no sabía que existían. Pero el gravel ha abierto mucho más que nuevas rutas. Me ha abierto los ojos a toda una comunidad.

El año pasado hice un llamamiento en las redes sociales preguntando si alguien estaría dispuesto a unirse a mí en un fin de semana de bikepacking en enero. Esto iba a formar parte de un reto para acampar cada mes del año. La respuesta de la comunidad online fue abrumadora, con casi 30 personas que acudieron a acampar.

Alrededor de una hoguera con amistades recién forjadas, reflexionamos sobre cómo un simple acto podía ayudar a conectar a tanta gente. Era obvio que existía un interés masivo por el bikepacking, pero un obstáculo para muchos era encontrar a otras personas con las que compartirlo.

A partir de estas conversaciones, cuatro de nosotras (Liv Rubene, Itzi Aldecoa Tamayo y Cat Green y yo) decidimos crear Bikepacking Buds, una comunidad donde la gente puede compartir viajes y conectar. Desde entonces, ¡nuestro equipo de voluntarios ha aumentado a 11 personas!

La belleza del gravel: una experiencia que cambia la vida

Un año después, más de 60 personas se reunieron para celebrar la comunidad Bikepacking Buds. Conectamos en persona durante un fin de semana lleno de charlas, talleres, sesiones mecánicas y rutas por grava en el hermoso New Forest, al sur de Inglaterra. El ambiente era eléctrico. Había mucha gente representando a distintas comunidades de todo el Reino Unido, y muchos otros estaban entusiasmados por conocer estas comunidades por primera vez. 

La belleza del gravel: una experiencia que cambia la vida

Zara Bellos y Diane Mulholland dirigieron las Sesiones Matinales de Mecánica. Además de enseñarnos a indexar las marchas y dotarnos de una nueva habilidad, compartieron historias sobre los proyectos comunitarios con los que trabajan y explicaron por qué les apasiona tanto compartir sus conocimientos.

Zara dejó una carrera en producción televisiva para formarse como mecánica de bicicletas, porque quería que más gente pudiera probar el ciclismo y experimentar la alegría que le había proporcionado a ella. Ahora trabaja para The Bristol Bike Project, que, junto con otros proyectos, ayuda a reparar y devolver bicicletas de segunda mano a personas marginadas de la comunidad.

El interés de Diane por la mecánica de bicicletas comenzó con una obsesión por explorar más rutas de gravel por Londres. Cuando empezó a viajar más lejos, quiso aprender más sobre cómo arreglar su bici y se apuntó a un curso de Vicky Balfour, que dirige sesiones de mecánica solo para mujeres.

El curso dio a Diane la confianza necesaria para aventurarse más allá y seguir aprendiendo sobre mecánica de bicicletas. Este año creó Daisy Chain Mechanics, cuyo objetivo es seguir haciendo crecer ese movimiento y compartir conocimientos mediante sesiones de mecánica en línea y presenciales.

Nos sentamos todos a contar historias alrededor de la hoguera del viernes. Eilidh Ogden, Alice Baddeley y Ellie Reynolds hablaron de superar los límites, de sus aventuras y de lo que habían aprendido de ellas. Eilidh contó anécdotas de su viaje en solitario de El Cairo a Ciudad del Cabo, como ser perseguida por elefantes, escoltada por la policía y experimentar la amabilidad de desconocidos.

Alice compartió los relatos de su aventura "Around the edge in 80 days", en la que recorrió en bicicleta 7.767 km alrededor de la costa del Reino Unido, y Ellie habló de su viaje para llegar a los Campeonatos del Mundo de Ironman y de su plan de cruzar el Atlántico a remo este año. Sus historias eran cercanas, divertidas y sinceras. Te hacían creer que todo era posible y alimentaban las conversaciones: de repente, la gente empezaba a susurrar en voz alta sus locos y disparatados sueños, ¡y era maravilloso!

La belleza del gravel: una experiencia que cambia la vida

Alrededor de una gran comida comunitaria, el sábado por la noche, se celebró una segunda serie de charlas junto a la hoguera. En esta ocasión, el tema era el poder de las comunidades, y los invitados al panel fueron David Charles, de Thighs of Steel, Zara, de The Bristol Bike Project (ya mencionado), y Pat Wires, del New Forest Offroad Club.

David nos contó cómo "Thighs of Steel" se había transformado de un simple objetivo que tenían dos mujeres de ir en bicicleta y recaudar dinero, a un rally comunitario anual de Glasgow a Atenas. Implicar a una comunidad les ayudó a actuar y a difundir un mensaje, que les ha llevado a recaudar la increíble cantidad de 650.000 £ para organizaciones benéficas comunitarias de ayuda a refugiados.

Pat habló de la creación del New Forest Offroad Club, y de cómo pedalear con ellos había influido en su vida. A continuación, varios miembros del público mencionaron otros clubes de gravel inclusivos de todo el Reino Unido y compartieron historias personales. Cuando se les pidió que resumieran lo que hacía especial a su comunidad, todos los invitados compartieron historias que confluían en un punto: un sentimiento de pertenencia, comprensión y empatía mutua.

Las charlas y los talleres estuvieron intercalados de pura alegría y risas mientras pedaleábamos por el New Forest en nuestras bicicletas. Nos detuvimos para hacer fotos de los animales, compartimos bocadillos, e incluso disfrutamos de un refrescante chapuzón en pleno invierno en el río. Un paseo por el New Forest no estaría completo sin una parada en Woods Cyclery para entrar en calor con uno de sus legendarios cafés.

Volví del fin de semana absolutamente agotada, pero rebosante de entusiasmo e inspiración.

La belleza del gravel: una experiencia que cambia la vida

Bikepacking Buds ha conseguido mucho más de lo que yo creía posible. En menos de un año, hemos hecho posibles 30 viajes comunitarios de bikepacking para más de 200 personas. Hemos creado un podcast para celebrar las historias de nuestra comunidad y compartimos conocimientos y experiencia a través de nuestros seminarios web y blogs mensuales.

Nada de esto habría sido posible lograrlo en solitario; de hecho, se necesita un equipo de 11 mujeres increíblemente dedicadas y trabajadoras que sacrifican voluntariamente su tiempo libre para ayudar. Si profundizas un poco más, verás que hay todo un ejército de personas que nos apoyan, que hablan a sus amigos de nosotras, que ofrecen consejos, que comparten su experiencia, que prestan material... y la lista continúa. Ayudar a construir una comunidad es un trabajo duro pero, según mi experiencia, me ha cambiado la vida.

He visto cómo la gente pasaba de estar nerviosa por su primera experiencia nocturna a rebosar confianza, enamorarse del bikepacking y entusiasmarse por planificar sus propios viajes.

A lo largo del fin de semana me acordé de lo increíble que es compartir algo que te produce mucha alegría y ser testigo de cómo otros también recorren ese camino. La comunidad de ciclistas de gravel del Reino Unido es muy especial. Se ha desarrollado siguiendo unos principios que no dividen a las personas en función de su origen, cuenta bancaria o cuerpo, sino que abogan por la inclusividad, las sonrisas por encima de los kilómetros, la reconexión con la naturaleza, y por mejorar la accesibilidad. 

A los 30 años, siento que por fin he encontrado a mi gente y por ello estoy muy agradecida. 

Encuentra más información acerca de Bikepacking Buds aquí.

Texto: Saoirse Pottie

Fotografías: Sarah Hewitt

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